viernes, 5 de agosto de 2011

EL INFIERNO

EL INFIERNO

Según los testigos de Jehová, el infierno como tal no existe. Para ellos el infierno es la tumba o la sepultura común de la humanidad. Veamos lo que enseña la Biblia y, por tanto, lo que enseña la Iglesia Católica.

Por Jorge Luis Zarazúa Campa.


+ Guadalupe, católica preparada.

• Alfonsina, católica confundada.



•Alfonsina: Buenos tardes, Guadalupe. ¡Qué bueno que te veo! Fíjate que estoy muy confundida.

+Guadalupe: ¿Y eso a qué se debe?

•Alfonsina: Pues fíjate que vino a visitarme una tía, que se salió de la Iglesia católica, y estuvimos platicando largo y tendido sobre la Biblia y la religión.

+Guadalupe: Oye, ya te he dicho muchas veces que te prepares primero, para que puedas dialogar con los que ya no son católicos. ¿Qué no ves que estas personas están entrenadas para enredar al católico que no está preparado? Por eso ahora andas con tus dudas. Pero dime antes, ¿de qué hablaron?

•Alfonsina: Pues de muchas cosas, pero lo que me dejó confundida es el problema del infierno.



+Guadalupe: Y eso ¿por qué?

•Alfonsina: Pues porque mi tía me dijo que el infierno no es cómo nos han enseñado en la Iglesia católica. Es decir, que no es un lugar de tormento ardiente, con fuego y todas esas cosas que tú ya bien sabes. Es más, me dijo que tuviera en cuenta lo que decimos en el Credo sobre Jesucristo.

¿Te acuerdas que en el Credo chiquito decimos que Jesús «descendió a los infiernos» y que luego resucitó y subió a los cielos? La mera verdad no supe qué responderle.

+Guadalupe: Eso te pasa por no haber ido al curso de Apologética. Siempre que pasaba por ti, me decías que no tenías tiempo. Ahora ves las consecuencias.

Mira, antes que nada, hay que distinguir entre «infiernos» e «infierno».

•Alfonsina: ¿Qué no es lo mismo?

+Guadalupe: Por supuesto que no. Cuando la Biblia y el Credo hablan de infiernos, se refieren a las regiones inferiores de la tierra. Según los antiguos, en este lugar habitaban los muertos. Acuérdate que en el pueblo todavía se tiene la creencia de que los muertos van a un lugar especial bajo la tierra y tienen que cruzar un río.

•Alfonsina: Oh, sí, me acuerdo. Hasta dicen que por eso hay muchos perros en el pueblo, porque ellos ayudan a los muertos a cruzar el río.

+Guadalupe: Pues esa idea también la encontramos en la Biblia y a estas regiones inferiores se les llama Seol.

•Alfonsina: Sí, es cierto. Mi tía mencionó mucho esa palabra. Y la mera verdad, no le entendí.

+Guadalupe: Fíjate lo que dice el Libro de Job, capítulo catorce, versículo trece:

¡Ojalá en el Seol (=abismo) me escondieras, me ocultaras mientras pasa tu cólera» (Job 14,13).


•Alfonsina: Ese texto me lo mencionó mi tía y me dijo: «Si el Seol o el infierno fuera un tormento ardiente, ¿cómo es que Job pidió ir ahí y cómo pudo Jesús «descender a los infiernos»?



+Guadalupe: Precisamente basándose en estas citas bíblicas y razonamientos, ellos concluyen que el infierno o el Seol es la tumba o sepultura común de la humanidad.

•Alfonsina: Sí, es cierto. Eso fue lo que me dijo mi tía. Y me dijo que la palabra Seol aparece 66 veces en la Biblia y siempre asociada con los muertos o con el lugar de los muertos, por lo que ellos enseñan que se refiere a la sepultura común de la humanidad.

+Guadalupe: Aquí está el error de ellos: quedarse con algunos significados de la palabra Seol, sin profundizar en el tema. Aquí está otro de los trucos de estos amigos. Hablan de cuántas veces aparece una palabra, la pronuncian en otros idiomas, para dar la idea de que ellos saben mucho y los demás son unos tontos ignorantes.



•Alfonsina: Pero, ¿entonces qué es el Infierno?

+Guadalupe: Vamos para allá. Quiero que te quede muy claro que no basta leer estos 66 versículos donde se habla del Seol. Hay que ver, más bien, lo que dice la Biblia sobre un castigo definitivo y eterno.

Fíjate que la Biblia presenta distintas imágenes, tomadas de la vida diaria, para expresar que habrá un castigo que no se termina nunca, para los que son enemigos de Dios. No hay que fijarse en las imágenes, sino en el contenido. Y, ¿cuál es el contenido? Un sufrimiento que durará para siempre. No se trata, por lo tanto, de un lugar físico, sino de una situación de sufrimiento. Veamos algunas de estas imágenes.

•Alfonsina: Adelante, por favor.



+Guadalupe: Fíjate en este texto bíblico: Isaías, capítulo sesenta y seis, versículo veinticuatro, primera parte, que se refiere al gusano que nunca morirá:

El gusano que los devora NO MORIRÁ (Is 66,24a).



+Guadalupe: Veamos ahora la segunda parte, que habla del fuego que no se apaga nunca.

El fuego que los quema NO SE APAGARÁ (Is 66,24b).


+Guadalupe: Veamos, también, una cita bíblica del Nuevo Testamento. Se trata de Mateo, capítulo tres, versículo doce:

Él tiene en sus manos el harnero y limpiará su trigo, que guardará en sus bodegas, quemando la paja en un FUEGO QUE NO SE APAGA (Mt 3,12).



+Guadalupe: Y ahora echemos un vistazo a una cita bíblica, que habla del fuego eterno: Mateo, capítulo dieciocho, versículo ocho.

Si, pues, tu mano o tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida manco o cojo que, con las dos manos o los dos pies, ser arrojado en el FUEGO ETERNO (Mt 18,8).


+Guadalupe: Un pasaje sumamente significativo es el Juicio Final, que nos presenta el capítulo 25 de San Mateo. Fíjate, especialmente, en el versículo cuarenta y uno:

Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apártense de mí, malditos, vayan al FUEGO ETERNO preparado para el Diablo y sus ángeles (Mt 25,41).


+Guadalupe: Son textos que no necesitan mucha explicación, pues son clarísimos.

•Alfonsina: Así es. Se trata de un castigo definitivo y eterno, para los que no hagan la voluntad de Dios y permanezcan sin convertirse.

+Guadalupe: Así es. Y de esta clase de personas, dice el apóstol San Pablo:

Serán condenados a la PERDICIÓN ETERNA, lejos del rostro del Señor y de su poderosa gloria (2Tes 1,9).


•Alfonsina: Pues a mí me queda muy claro que la palabra «eterna» significa algo que no tiene fin.

+Guadalupe: Efectivamente. Aunque está demasiado claro, déjame concluir esta explicación con esta cita bíblica. Se trata de Apocalipsis, capítulo veinte, versículo diez:

Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y SERÁN ATORMENTADOS DÍA Y NOCHE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS (Ap 20,10).


•Alfonsina: Pues sí, sigue expresando la misma idea. Se trata de un castigo que no tendrá fin jamás.



+Guadalupe: ¡Qué bueno que hayas venido conmigo para aclarar esta duda! Ojalá esto te ayude a tomar la decisión de prepararte para que tú puedas ayudar a otras personas. Ahora sí, como dice Jesús en Lc 10,37: «Ve tú y haz lo mismo».

•Alfonsina: Ahora sí quiero prepararme. Te prometo que en cuanto haya un curso de Apologética, voy a ser la primera en inscribirme.

+Guadalupe: Eso espero.